jueves, 27 de diciembre de 2007

El búfalo de la noche sueña con nosotros.

De pronto me acordé de algunas cosas:

<<Continuamente me desperté con la sensación de que un animal grande y colérico respiraba junto a mí. Escuchaba sus resuellos, sus exhalaciones calientes, me incorporaba y abría los ojos>>.*

<<Su pueblo era Villalba, en Galicia, cerca del mar. Había llegado a México hacía treinta y cinco años, a los dieciocho, Montó el motel bajo la premisa de que son cuatro las necesidades básicas del ser humano: «Casa, vestido, comida y cogida» >>.*

Respiraciones fantasmales en la nuca, gallegos con moteles y él en México casualmente ahora, la secundaria, la prepa. Me acordé de algunas cosas porque a veces soy Rodolfo, a veces Guillermo, y otras tantas soy Manuel.


*Guillermo Arriaga, El búfalo de la noche.

1 comentario:

Arwen.. dijo...

Déja vú... siento que ya había leído esto antes... o vivido.... no sé... fue raro leerlo... Me gustó...