jueves, 10 de septiembre de 2009

Si estuviera allá

Casualmente pensaba en eso hace un par de días.

Siempre quise un hermano, así que me hice de uno. Cuando entré a 4º de primaria comencé una relación con el que sería mi más leal compañero de vida. Nos llamamos hermanos por debajo de todos los apodos. Sus padres incluso llegaron a tener tutoría legal sobre mí por un tiempo. Supongo que eso hace más veraz nuestras intenciones de fraternizar. Siempre habíamos sido totalmente diferentes, en gustos, en ideas, en filosofías; pero coincidíamos en que hacía falta salir de aquí, al menos por un tiempo.

La semana pasada llegué con mi cantaleta de siempre, diciéndole que la gente, que la ciudad, que el calor, que esto y lo otro, y él simplemente me dejó helado: "¿Qué tiene de malo Mérida?" Se me atoraron las palabras y se me estrujaron las ideas. Además de esto, otros eventos, signos y señales, me hacen pensar que él ya tiró la toalla. Imagina lo que sentirías si yo tirase la toalla.

Unos días después de aquella plática me preguntó algo que me hizo reflexionar mucho: ¿Qué harías si no te puedes ir este año?

En la tarde pasé 45 minutos con el celular pegado a la oreja platicando con Bety. El CONACYT está en crisis y el aumento del 2% de impuestos no creo que ayude. Ya me habían advertido que no se darían becas para maestrías en el nuevo ciclo y ahora me dicen que no sólo se recortarán las becas, sino que el proceso de selección será el doble de duro. Así que ¿qué haré si no me puedo ir este año?

Creo haber contestado algo como: Me voy, a donde sea, a México unos 3 o 6 meses. Vendo lo que pueda y me voy.

Y lo que dije hizo eco. Aún lo sigo pensando. México.

He pensado muchas cosas últimamente. El cambio que necesito no es sólo de ciudad. Es, por supuesto, integral. Quiero como nunca hacer música, quiero escribir una novela y publicar una antología de cuentos cortos. Ya no lo digo como un "me gustaría", sin convertirse aún en una meta, sí es ya un "QUIERO".

También quiero una chica a mi lado. Llevo demasiado tiempo solo. Salidas eventuales a cenar o por una copa simplemente ya no me dan nada. Me siento solo en muchos sentidos, también en éste. Pero llega mi conflicto de toda la vida...

If I told you things I did before
told you how I used to be
would you go along with someone like me
if you knew my story word for word
had all of my history
would you go along with someone like me?

Siempre queda la opción de no hablar del pasado y divertirse. Pero eso no es lo que quiero ni lo que me hace falta. No quiero alguien que 'esté' conmigo, quiero que 'sea' conmigo y yo con ella. Tal vez la palabra clave es 'amor'. No lo se. Ya no estoy seguro de nada en ese sentido.

Aquí las cosas no son fáciles en ese sentido. Todo tiende a polarizarse. O vas a la plaza o vas a un parque. Si vas a la plaza te vistes bien y juzgas antes de ser juzgado, es cuestión de supervivencia social. Si vas al parque te vistes de negro, dices que no juzgas a nadie para juzgar a los que van a la plaza. Hay una tercera opción que es vestirse de hippie e ir al centro. El centro me queda muy lejos y la ropa negra me da calor (No, el calor en Mérida no es como antes, es mucho, mucho peor). Siempre he preferido los ambientes capitalistas con clima controlado. El DF no es sólo la capital capitalista, también tiene un clima que envidio en este maldito horno vaporoso en donde también llueve. Cambiando de tema aquí también llueve: por casualidad escuché In the end de Scott Matthew y casi me explota la garganta, a veces odio la aleatoriedad multimedios. Duré con el dolor todo un día, no se si por mantener la lluvia adentro o porque he seguido repitiendo las notas en mi cabeza desde entonces.

No he visto las noticias. A decir verdad no he visto la tele en mucho tiempo. Aún así supe lo del 2% y lo del secuestro del avión a manos del chupacabras v2009 que hasta canta. Si se pone en marcha, el que se marcha soy yo. Opción A: Can-Cun donde los impuestos son más bajos. Opción B: Guatemala, donde puedo vivir como hippie vendiendo tejiditos y comiendo pupusas. Todo es barato y hermoso allí, aunque se vive con el temor de ser secuestrado o ser muerto en el equivalente de un Oxxo por la guerrilla. Can-Cun es una cuidad espantosa aún en las zonas habitacionales 'nice'. También la zona turística me parece detestable. Es una farsa obvia que todos aceptan. Si consigo mudarme a algún país como Chile o Brasil, ¿me irías a visitar?

24 años y aún haciendo maletas; pero sin estar En el camino. Un cuarto de siglo y de entre todos los puntos insignificantes que somos en la línea infinita del tiempo, me siento el punto más punto. Es la insoportable levedad del ser. A los veintitantos se vuelve abrumadora. Estoy al borde del abismo, de romper con todo y con todos, yo incluido. Lo peor, es que me causa risa cuando lo veo escrito. Me río de mi mismo. Un cuarto de siglo y sigo en la adolescencia. Esto sí es patético y no tu domingo... Bueno, un poco.

Si estuviera allá... Procuro estar, aunque no es lo mismo que 'estar ahí'. Si estuviera te prestaría un libro fantástico sobre los brujos de la sierra de Puebla y de cómo encontrar tu animal en un viaje que no es precisamente a Chapultepec. Estoy seguro que tu animal no es de zoológico. No tienes cara de cebra y mucho menos de león o hipopótamo. Si la boa de plumas cuenta, esa podría ser una opción, aunque sería algo limitada en su expresión. Tu animal está por ahí en el campo, en algún bosque o lago, o tal vez en el mar o el desierto.

Mi tesis es un desastre. He pasado unos días del humor más agrio que te imagines en mí por lo mismo. Una de esas pinches viejas húngaras seguro vino a Chichén y a la pasada me maldijo la muy culera. Nada sirve en el puto laboratorio donde estoy y nada hay. Dos piezas que se pidieron a no se qué país primermundista y que tardaron siglos en llegar, están simplemente desaparecidas entre todo el desorden contra el que peleo día con día en esa oficina. Al parecer Asistente de investigación es el equivalente a Aeromosa: chacha con carrera. El laboratorio de Industrial lleva mudándose de edificio más de 2 meses y aún no hacen la maldita instalación eléctrica adecuada, así que no puedo usar los equipos y tengo que roer los cables y tallar figurillas con palos y piedras de los materiales más rebuscados que te imagines. Lo último fue una lámina de molibdeno. Ni siquiera sabía qué madres era el molibdeno hasta que tuve que usar mi pulgar opuesto en él. Al menos debería tener cola prensil, su ayuda sería invaluable sobre todo porque el encargado del laboratorio está en un status cuántico: encontrarlo en un tiempo y lugar específicos es trabajo de Einstein. El tiempo sigue pasando y yo tengo un mes para titularme. Maldita anciana húngara; desearía tener las venas cruzadas como mi madre para evitar sus maleficios gitanos.

Si estuviera allá... Casualmente pensaba en ello hace un par de días. Como puedes ver, es probable que dentro de poco lo esté.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Robbie Williams - Bodies

No tan chido. Como que la detox no le hace nada bien: