sábado, 15 de agosto de 2009

Crónica de los meses perdidos o los 120 días en la cuarta fuente. Epílogo.

Luego de pasar una mañana discutiendo con un hindú que resultó ser chino, llegó la necesidad de llevar la resolución a un nivel superior. Como la asignación había venido directamente del boss, pues sería él quien la resolvería directamente. Honestamente, y a pesar de que ya había hecho públicas mis intenciones de renunciar, estaba un poco nervioso porque mientras sólo yo decía que existía un defecto en el sistema, el chino tenía apoyo de gente importante en el otro lado de la computadora.

Envié un correo al boss y para no presionar decidí esperar un tiempo razonable: bajé a comer.



-Pues, en Francia es igual... - decía Lucie.
-Y sin embargo la vida es muy diferente, y aún que te paguen el salario mínimo, se tiene una mejor vida.
-Sí, tienes razón- concluyó, y se gestó un silencio que casi pudo haber llegado a ser incómodo de no ser por la confianza.

-Yo creo que somos muy jóvenes para ese tipo de vida- dijo con su delicioso acento franco-yucateco- Ya tendrás muchos años para trabajar así.



El almuerzo fue breve. Había mucho trabajo y no quería dejar ni un sólo pendiente al irme, que según yo, sería en un par de días y que en realidad fueron muchos más. Aún no había respuesta del mail. Salí por un poco de agua y al regresar eché un ojo al lugar del boss que se veía tan cucarachil como siempre. Decidí presionar, no perdería más tiempo en cortesías.

-Hi big Cucaracho. Did u have any chance to take a look at defect AB1234? Big big boss is asking me about it so I told him I'm wating for ur notification.

No contestó nada; sino que unos minutos después lo escuché pidiéndome que fuera a su lugar.

-¿Cuál es el problema?
-Mmmm. Just as the mail reads... - y repetí casi palabra por palabra lo que había explicado antes.
-OK- y comenzó a reproducir el defecto, cosa que estaba llevando un tiempo insufrible porque su computadora estaba lentísima. El silencio era más que incómodo, pero ya en ese punto había aprendido a disfrutar esas incomodidades así que sólo sonreía mientras veía la angustia crecer en el Cucaracho boss.

Comenzó dando clics compulsivos, luego un poco de tamborileo sobre el descansa brazos y finalmente haciendo extraños ruidos guturales que terminarían por convertirse en un comentario aleatorio para romper el silencio.
-I'm too old for this.-Sí Lucie, tienes razón:
-And I'm too young...

No hay comentarios: