Esta es la historia de cómo la ordinaria vida de Clementina Rendón Collins, dejó de serlo. Clementina llevaba una vida tranquila al lado de su marido Héctor Venegas y sus seis hijos Héctor, Carlos, Claudia, Oracio, Janet y Eduardo. En un día que comenzó como el más ordinario de los días, el marido de Clementina se despidió como de costumbre antes de marcharse a trabajar. Nunca más regresó.
Así de fácil y rápido termina esta historia familiar; no en cambio la historia de Clementina y sus hijos, donde la incertidumbre, la miseria, la indignidad e incluso Díaz Ordaz y el nepotismo hicieron presencia de forma trascendental en su vida.
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