viernes, 16 de enero de 2009

Tan vieja como el volcán y yo tan joven

Este post debería ser de ayer y el de ayer debería ser de antes; pero eso de los hábitos me costó mucho trabajo.

Hace algunos años, muchos, miles, millones, infinidad de años, nació Bety con una T. Milenios después nací yo y no se ni cómo ni por qué ni cuándo, pero nos hicimos amigos. Resultó que los dos éramos de esa especie que Ángeles Mastretta llama "conversadores".

Usualmente para los cumpleaños pongo un pastelito bailarín que le robé a alguien de por ahí, ya ni recuerdo. Para este post tengo algo mucho mejor:

Me imagino a Cortazar o a Whitman felicitándome... Lástima que ellos no llegaron a la época de los blogs. Los habría acosado día y noche.

2 comentarios:

Arwen.. dijo...

Tienes q admitir que para haber nacido hace tantos miles y millones de años, luzco bastante más jóven... jajaja...

Pero no te hagas.. q no naciste tantos milenios después, sólo unos cuantos... jajaja...

Respecto a mi regalo, no te puedo decir nada q no te haya dicho antes... GRACIAS!!! Me encantó y me hizo muy feliz :)

Arwen.. dijo...

Hoy recordé este regalo y pasé a buscarlo.... es increíble q haya pasado tanto tiempo... Un abrazo.... desde un lugar distinto, a un lugar distinto, y con un cariño común :)